Erina Nakiri en el pasado, fue la principal enemiga de Sōma y su rival influyente en su modo de cocinar, siendo ahora la heroína principal de Shokugeki no Soma. Erina es una estudiante de cocina de primer año perteneciente a la 92° generación de la Academia Culinaria Tōtsuki. Es nieta del ex-director Senzaemon Nakiri, e hija de Azami Nakiri. Además, anteriormente ocupó el décimo asiento del Consejo Élite Diez de Tōtsuki, habiendo renunciado a este posteriormente. Actualmente es la directora de Academia Culinaria Tōtsuki luego de que su abuelo lo proclamará así.
Erina
es una joven muy esbelta, tiene el cabello largo de color rubio miel y los ojos
de color lila. Su flequillo cruza sus mejillas ligeramente y unos mechones
llegan a su cuello. Tiene un busto exuberante y es considerada muy atractiva
entre los estudiantes de Tōtsuki. Según sus fanáticos y seguidores, esto
coexiste con su estatus.
El
peinado de Erina cambia a lo largo de la serie:
- Durante
su segundo año, su cabello se volvió más largo y más salvaje.
- En
tercer año, cambió su peinado y también se lo cortó, llegando solo hasta
la barbilla.
- En la
quinta temporada, se dejó crecer el cabello, pero su cabello se mantuvo
largo en la última temporada del anime.
Viste cualquier uniforme de Tōtsuki que corresponda con la temporada actual. Siempre que cocina, usa un uniforme de chef blanco estándar y ocasionalmente usa un gorro de chef. Nunca se la ha mostrado con ropa informal a excepción de una chaqueta de algodón y un bikini durante su salida a la piscina y un simple camisón cuando duerme.
Sus medidas son: busto 88cm, cintura 56cm y cadera 87cm (35-22-34).
Personalidad
Proveniente de un entorno rico y noble, Erina se presenta como una niña muy privilegiada y mimada, acostumbrada solo a las mejores cosas de la vida. Es admirada y temida en todo Tōtsuki por su talento, apariencia y su estatus influyente. Erina se presenta como una egoísta, sosteniendo ideales dogmáticos sobre la perfección culinaria absoluta. Disfruta de una gran reputación en todo el mundo culinario por su "Lengua de Dios", que se decía que hacía o deshacía la carrera de un chef. La mera mención de su nombre fue suficiente para aterrorizar a los solicitantes de Tōtsuki, excepto a uno que desconocía su reputación.
Gran
parte de la personalidad de Erina es el resultado del entrenamiento abusivo al
que Azami Nakiri la sometió en su primera infancia. También desarrolló un miedo
profundamente arraigado a su padre, quedando petrificada en su presencia e
incapaz de pensar o hacer lo correcto.
Debido a la personalidad altiva de Erina, no puede hacer amigos fácilmente ya que menosprecia a casi todos. Carece de conocimientos sobre algunas convenciones sociales. Si bien detesta la idea del romance y no muestra interés, comenzó a gustarle leer el manga Shōjo para aprender más sobre el romance cuando Alice se burla de ella por su falta de conocimiento sobre el romance. Debido a su origen protegido, Erina no estaba acostumbrada a vivir sola, incapaz de operar una lavadora. Sin embargo, durante su tiempo en el dormitorio, adquirió muchas habilidades para la vida en general e incluso mostró orgullo por saber lo que significaban todos los símbolos de lavandería en la ropa.
Después de desertar al Dormitorio Estrella Polar, la perspectiva de Erina sobre la cocina cambió después de conocer a los residentes allí. También hizo nuevos amigos que se identificaron con ella después de descubrir lo que Azami le hizo. Erina llega a preocuparse mucho por sus amigos y compartió sus conocimientos con ellos, lo que permitió a los rebeldes aprobar los exámenes de promoción manipulados. Erina luego superó el miedo a su padre y se opuso con vehemencia a él, denunciando sus creencias.
Al igual que su padre, Erina adula a Saiba Jōichirō como el mejor chef, cuando este último le había cocinado una vez en su primera infancia. Como tal, ella juzga a todos según sus estándares. Cuando descubrió la conexión paterna de Jōichirō Yukihira con Sōma Yukihira , se sorprendió hasta la médula.
La lengua de Dios: la lengua de Erina es considerada la mejor del mundo, capaz de saborear un plato al más alto grado. Gracias a esta habilidad, Erina ha sido un prodigio culinario desde que no tenía más de 4 años.
Irónicamente, su ejemplo a seguir como cocinera (Jōichirō Saiba) resultó ser el padre de la persona que ella atribuyó como su principal némesis (Sōma). Y por despreciar de manera rotunda la cocina de Sōma, indirectamente también lo hizo con la de Jōichirō, al haber sido este su mentor.
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